Hola a todos. En esta oportunidad quiero contarles nuestra experiencia desde el Instituto Súyay en NATACION.
Tal vez resulte un tanto “desordenado”, por el hecho de no seguir al dedillo una línea de tiempo, pero voy a empezar por el final (es decir, uno de los últimos acontecimientos).
Resulta que en el mes de Octubre nos citaron a presentar un panel sobre NATACION para personas con discapacidad (ó con Necesidades Educativas Especiales). La propuesta parecía un desafío interesante y a la vez implicaba una importante creación grupal, así es que junto con los otros Profesores (Romina, Monica, y Guillermo) y la ayuda de Alexa, decidimos aceptar. Pronto comenzamos a investigar en Internet, buscar bibliografía, redactar el material y armar videos y Power Points para una presentación audiovisual en el Congreso Nacional de Educación Física Especial.
Muy grande fue mi sorpresa cuando, (investigando por Internet sobre la temática) leí varios artículos de autores españoles que sostienen que trabajando con esta población es muy difícil lograr que un alumno domine un estilo, y raramente llega a poder conocer los rudimentos de dos estilos.
Desde nuestra humilde pero fáctica experiencia hemos comprobado que hay nadadores que dominan los tres estilos principales (Crawl, Pecho y Espalda), incluso algunos alumnos aprenden Mariposa. Además hemos conseguido muy buenos registros de tiempos y algunos casos de integraciones en grupos de Megatlón de escuela, con excelentes resultados.
Permítanme “volver al comienzo” (… y les avisé que iba a ser un tanto “desordenado”…). Quisiera ahora citar los inicios de la actividad. En el año 2005 un primer grupo comienza a realizar en MEGATLÓN CABALLITO las clases de Natación. Sólo 6 alumnos componían el primer grupo, eran acompañados por el Lic. Crespo y realizaban la actividad en la pileta con la profesora Wanda Holtz. Con el paso del tiempo, se fue creciendo en todos los aspectos ( dominio del medio acuático, desarrollo de los estilos, cantidad de alumnos, performance deportiva, participación en competencias, integraciones, etc), y al día de hoy tenemos entre Súyay y TRA.SO 36 jóvenes que 2 veces por semana realizan la actividad.
De esos casos, a su vez hay varios de “integración” en grupos de escuela común de Megatlón (alumnos que fuera del horario de escuela van al Club y participan de actividades en la pileta, junto con los socios). Y se dan inserciones en los 3 niveles de escuela, en Acuagym y hasta en el equipo de entrenamiento de Megatlón. Sofía participa en Nivel 2 de Natación, Nicolás en Grupo de Entrenamiento, Pablo en Nivel 3, Natalia, Sofía, y Victoria en Acuagym. Todos ellos con muy buen desempeño, interrelaciones personales y comportamiento general dentro de la institución deportiva. Para nosotros esto representa importantes logros, no sólo por los beneficios que trae la actividad física a las personas sino también, y mucho más importante, porque coadyuva a la plena integración (desde lo conductual, social, y deportivo) de nuestros jóvenes, en una institución deportiva de reconocido prestigio.
Y volviendo un poco al tema precedente, aquello de la integración desde lo “conductual, social y deportivo”, quisiera ahora desagregar y explayarme un poco en cada uno de estos temas:
- Desde lo conductual: Porque todos los alumnos que participan en natación ( aquellos que concurren al Plan 3065/02 y tienen los aptos médicos y la posibilidad de hacerlo) pueden guardar las normas de conducta adecuadas para transitar en la vía pública ( son 12 cuadras hasta el Club que se hacen caminando, y esto también forma parte de un aprendizaje, y a la vez de una actividad física); para desvolverse bien dentro de un Club, manejarse con autonomía en el cuidado de la ropa, las pertenencias, el equipo y la higiene personal, y para participar de una clase, prestar atención y respetar a los docentes como para realizar juegos en grupo y competencias. Todo esto redunda en el mejor desarrollo de las habilidades personales, la autonomía, el respeto por el prójimo, por las normas y por las actividades, y a la vez presenta situaciones de aprendizaje, lúdicas y de sana competencia.
- Desde lo Social: Porque se amplían y se diversifican las redes sociales y los vínculos afectivos. Al ser el alumno quien participa de una actividad curricular, pero fuera del ámbito áulico, toma contacto con una mayor diversidad de personas en distintas circunstancias (desde el Policía de la esquina, el Guardabarrera, la recepcionista del Club, los profesores de la Pileta, ó los Guardavidas), la “red de contactos” se amplía, dando lugar a nuevas relaciones interpersonales y conocimientos desde otros ángulos de nuevos vínculos.
-
Desde lo Deportivo:
El entrenamiento a conciencia permite:
• Reducir la tensión muscular y descargar el peso sobre las articulaciones.
• Favorecer la libertad de movimientos por liberación de peso corporal.
• Ejercitar grupos musculares no utilizados habitualmente.
• Desarrollar los niveles de fuerza, resistencia y flexibilidad.
• Mejorar la función respiratoria y cardiovascular.
• Recrearse y relacionarse con otras personas.
• Complementar el tratamiento de la depresión y el estrés.
Dentro de lo que hace a las competencias específicamente, este año hemos participado de las Olimpiadas Metropolitanas (en Avellaneda, GBA), de un Torneo Intercolegial (con el Instituto IRTE) y de las Olimpiadas Nacionales (en la Provincia de Rio Negro).
Por todo eso, por los momentos compartidos, los desarrollos logrados y los desafíos superados, quiero ahora retomar la frase del comienzo:
“…DESCONOCIENDO QUE ERA IMPOSIBLE, FUE Y LO HIZO…” Sin por ello pecar de omnipotentes, optimistas a ultranza, ni querer negar las dificultades, pero sí sostener que, dado que al comienzo no nos especificamos un “techo”, sino que “fuimos haciendo camino al andar”, hemos podido llegar, dónde muchos no veían como posible.
Esto no pretende negar, ni siquiera “minimizar” las dificultades, que las hubo y muchas. Basta tan sólo con recordar por ejemplo cuando Natalia se tropezó en la calle por unas mallas metálicas de obra mal dejadas, ó cuando Diego se calló en el vestuario, cuando Damián forcejeó con una profesora de Megatlón, cuando Miguel si quitó la malla en el natatorio, ó las veces en que Lucas se escapaba de los docentes y había que alcanzarlo y contenerlo. Dificultades hubo, y seguramente seguirá habiendo, muchas y de características muy variadas, pero ninguna ha significado un obstáculo infranqueable, ó un desvío de nuestra intención de enseñar la actividad. Sí un aprendizaje, algunas correcciones, ó la implementación de nuevos procedimientos, más seguros. Pero siempre continuamos, “…con los ojos en las estrellas, pero los pies sobre la tierra…”, mirando hacia el futuro, para seguir avanzando.
Agradezco de todo corazón al Club Megatlon que nos abrió sus puertas y nos dio un espacio cada vez más importante, a los Profesores de pileta, que inicialmente desconocían al Instituto, a los alumnos y a los perfiles que podrían tener, y a todos los alumnos de Natación, que día a día dedican su esfuerzo a continuar progresando en esta actividad que tanto bien les hace a su desarrollo humano, deportivo y social.
Muchas Gracias, un abrazo, Pablo Crespo.
Pd: Muchas gracias y una mención especial para los profesores de Megatlon que han trabajado con Nosotros:
• Wanda.
• Leonardo.
• Guillermo.
• Cecilia.
• Fernando.
• Romina.
• Hugo.
• Camila.
• Romina.
• Maria Ines.
• Christian.